miércoles, 5 de noviembre de 2014

El Color

"Para gustos colores" es una frase muy usual y conocida que empleamos diariamente. Con esta simple frase se muestra como somos conscientes de que en el mundo hay una grandísima cantidad de colores y sin embargo a la ora de hablar no matizamos, simplemente decimos que una cosa es verde, roja, amarilla o azul,no nos equivocamos, pero dentro de cada color hay una amplia gama. Esto es algo que a lo largo de la historia ha llevado a polémica y por eso mismo los filósofos no querían tratar este tema. Los colores son engañosos, "encaran las leyes de la mutación , de la no-verdad, de la seducción, lo imprevisto del fenómeno contrariante y del destino efímero ". Los colores no son cuerpos, son figuras no dice Brusatin.

Un color es muy distinto dependiendo del momento y del que lo ve.Por ejemplo cuando nos referimos al azul cielo, no es el mimo color que presenta el cielo un día de verano que un día de invierno, ni un día lluvioso que un día soleado,ni es el mismo color por la mañana que por la tarde que por la noche,  ni siquiera es el mismo cielo el que podemos ver en Valencia y en Londres en el mismo momento. Esto es algo que nos pasa prácticamente con todo lo que nos rodea, el color del mar, de los arboles, etc, nos hemos empeñado en adjudicar un nombre concreto a cada cosa, a cada color y es algo que resulta poco eficaz ya que es imposible saber como ve el mundo cada persona.

Es curiosos saber de donde vienen los nombres de algunos colores. También es curioso como conforme la ciencia y la tecnología avanza el color también lo hace, quien le iba a decir a mi abuela que vería la tele, las películas, las fotos a color y siendo ajustadas de antemano.

Ademas el color es un tema que nos afecta a todos en el día a día cuando vamos a vestirnos, nadie abre el armario y coge lo primero que pilla , tendemos a conjuntarnos , a combinar los colores y elegir una gama mas fría o mas calidad dependiendo de la época del año.

El color es algo que nos rodea  y que nunca dos personas verán del mismo tono igual.

El colooooooooor

Mis colores favoritos son el azul, el negro y el blanco :3

EL COLOR

La filosofía siempre ha detestado los colores porque son algo relativo: cada país y cada persona tiene su propia percepción de los colores, y cada cultura los nombra de un modo distinto.

La ciencia distingue 4 modos de abordar el color: como pigmento, como luz, como sensación y como información. Sin embargo, yo creo que el color no se puede describir con la ciencia. El color es un arte, un mundo, que la pintura convierte en un significado; es una herramienta para la producción de significado.

El color


“ Todos los sabios dotados de talento filosófico han observado los colores con una mirada desconfiada porque encarnan las leyes de la mutación, de la no-verdad, de la seducción, lo imprevisto del fenómeno contrariante y del destino efímero”.

Manlio Brusatin.

Cada cultura tiene su propia manera de interpretar los colores, pues estos son engañosos. Quizás por eso la filosofía siempre los ha detestado.

Los colores no son cuerpos, son figuras. Cada persona tendrá una percepción de cada color en base a lo que esté acostumbrado a lidiar con este.

En base a esto, muchos estudiosos dedicaron su vida a investigar los colores con el fin de llegar a una distinción más exacta y precisa.

Uno de ellos fue Edgar Degas que estudió los colores del paisaje marítimo que se observaba desde donde trabajaba, pero la descripción de sus colores fue totalmente en vano, ya que no resolvió el problema de la distinción exacta entre diferentes gamas.

Esto se debía a que muchos pintores creían que pintaban lo que hay en la realidad sin saber que el color es tan solo una percepción, pues no existe como tal; “los colores no son cuerpos, son figuras”.

Según los estudios de la ciencia, abordamos los colores de cuatro maneras diferentes: como pigmento, como sensación, como luz y como sensación. Este no existe en las cosas, sino que está en la relación entre las cosas y nosotros.

Al tener cada uno su propia percepción del color,  fue el arte de la pintura la que inventó el color para nosotros. Esto es, la pintura hizo con el color lo mismo que la música con el sonido, convertirlo en algo existente.

Esto hizo que el color se convirtiera en una herramienta para la comunicación cromática, así como la verbal.

A día de hoy, podemos distinguir 14.000 tonalidades gracias a al desarrollo de los colorantes químicos. Esto hizo que con la aparición de la televisión, la fotografía y el cine en color se hubiera que tomar decisiones sobre qué tonos de cada uno se emplearían en la imagen. Esto servía para unificar la interpretación del color en los tres dispositivos, sin alterarla mucho de la realidad.

Gracias a la aparición de estos aparatos electrónicos y la variedad cromática, los jóvenes de hoy (que no disfrutaron de la imagen en blanco y negro por defecto), acostumbrados a la aparición de tal cantidad de nuevos colores, poseen una mayor capacidad para el reconocimiento de las tonalidades.
  
El color ha resultado algo tan importante a lo largo de la historia que se puede utilizar como cualquier otro tipo de lenguaje.

A la hora de vestir y a ahora de representar el arte, el color ha supuesto un elemento muy importante a tener en cuenta. Los defensores del color han sido los de la pasión, mientras que los defensores de la línea han sido los de la idea.  Pero un mundo sin color no es nada.

El arte actual con la aparición de las escuelas conceptuales, el minimalismo, etc., pertenecen a un mundo sin color. Ocurre lo contrario con Delacroix, que jugaba y ensayaba sus colores de todas las maneras posibles.


Los colores no son cuerpos, son figuras, y un pintor sin su propia y original leyenda cromática, sin un color significador del mundo, un color capaz de hacer mundo, de figurarlo, carece de todo interés. No existe”.

martes, 4 de noviembre de 2014

El Imperio del Sol

Una foto publicada por paumm (@photopause) el

Fue hacia finales del curso pasado, un día entre semana, uno de esos en los que los estudiantes del Poli no tenemos clase en favor de actividades culturales cuya existencia acabo siempre por desconocer. Me permití acallar ese sentimiento tan responsable que surge cuando a uno se le acerca lo realmente crucial del curso - y no en el día a día cual hormiga - y me dirigí a la playa. Aparqué en frente de la antigua residencia de Blasco Ibañez, estiré, calenté, y empecé a correr rumbo norte. A la vuelta hacia el coche, ya paseando, contemplaba la vida cotidiana de un barrio en una jornada laborable, estampa a la cual no estoy acostumbrado dado que suelo estar estudiando. Deambulaba por la Patacona, una compilación de bloques de apartamentos y adosados repetitivos y sin ningún interés arquitectónico que componen el culmen norte de la fachada marítima de la ciudad. Contemplaba esos bloques, todos ellos destinados para el disfrute veraniego, orientados hacia el mar, zigzagueándose unos a otros para ver cual obtenía mejor vista de la costa con la cautela de no tapar a los menos privilegiados de las filas posteriores. Aquellos apartamentos eran templos cuyo objeto de adoración era el Mediterráneo, sus aguas y su luz. La simétrica composición de uno de estos, uno que se alzaba impersonal como los demás, me llamó la atención. Busqué el encuadre, cauteloso de respetar esta simetría de la que el arquitecto le había querido dotar, espere a que pasaran dos coches, y lancé. Ahí estaba tostado bajo la luz de finales de primavera valenciana, ante el típico cielo azul y sin una nube: el santuario veraniego de la clase media, el feudo estival de familias allegadas de la tierra y del interior, el alcázar del Imperio del Sol.

lunes, 3 de noviembre de 2014

El vértigo no es el miedo a caer, sino al deseo de saltar

Una foto publicada por paumm (@photopause) el

"¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué también nos da vértigo en un mirador provisto de una valla segura? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados." Milan Kundera, (1984). La insoportable levedad del ser. Esta foto fue tomada un día en el que la profundidad que se abría ante mí se presentaba notablemente sugerente y la inquietud que me generaba el subconsciente instintivo e irracional iba en aumento. Calmé el turbador afán que me conducía paso a paso hacía el borde distrayéndome con el encuadre de la foto, buscando minuciosamente el paralelismo de la composición y tratando de dotarle de unas proporciones mínimamente armónicas. Detenido sobre la franja que no se debe pisar, disparé la cámara de mi móvil, una segunda vez, y puede que una tercera, hasta que las lineas se ajustaron a mi gusto. Una vez dentro del tren proseguí con el tratamiento de la imagen - todo ello de una manera muy rudimentaria en una pequeña pantalla - hasta que la encontré lista y la publiqué. Luego, los típicos pensamientos vacíos de mi recorrido diario en metro volvieron a ocupar mi mente. El tenue deseo de caer volvió a esconderse en lo más profundo de mi ser, esperando su oportunidad para volverme a retar.